Wednesday, July 1, 2020

Reseña: Un Solo Verano - Karen Robards



Sinopsis

Johnny Harris regresa a su pequeña ciudad natal de Kentucky, después de cumplir una condena por un crimen que no había cometido. Se producen crueles murmuraciones a sus espaldas, pero hay una persona que le trata sin hostilidad: su antigua maestra de escuela Rachel Grant, la única que está convencida de su inocencia. Los años de presidio han endurecido a Johnny, pero no han logrado restarle un ápice de su natural atractivo. Y es algo que Rachel advierte inmediatamente, desde el mismo instante en que lo ve bajar del autobús, en la estación adonde ha ido a recogerle. Invadida por una extraña sensación, intenta en vano escapar de la penetrante mirada de su antiguo alumno. Algo ha cambiado… Johnny ya no es aquel chico joven…, se ha convertido en un hombre.


Hace tiempo que quería leer algo de Robards, es una de las autoras más conocidas dentro de la novela romántica (especialmente la romántica vieja). Decidí empezar por este que, según había leído en varios sitios, es uno de sus mejores libros. Ahora que lo terminé puedo decir que si este es uno de sus mejores, no tengo demasiado interés en leer el resto, aunque no la descarto por completo. ¿Por qué? En síntesis, no es un libro terrible, pero tampoco me pareció que tenga nada memorable. De hecho, son varias las fallas que le veo. Así que sin más preámbulos les comento un poco mi opinión sobre esta novela...

Para resumirlo, Un solo verano nos presenta a dos protagonistas. Johnny y Rachel. Ella profesora de literatura, él antiguo alumno de ella que regresa al pueblo luego de cumplir la condena por un crimen que, supuestamente, no cometió. De toda la gente en el pueblo la única que lo recibe con los brazos abiertos y lo defiende es Rachel. El resto... no lo quiere ver y lo cree culpable. Ella le "da una mano" ofreciéndole trabajo en una tienda y él ahí va.... enojado con la vida y con todo el pueblo y sin saber qué hacer, así que acepta. Y se supone que empieza a trabajar, aunque nunca en el libro se menciona que haga algo que implique trabajo. Encuentro va, encuentro viene... y entre ellos, a pesar de la diferencia de edad, empiezan a pasar cosas.

Ahora que repaso la historia para reseñarla me atrevo a decir que lo que narra Robards en este libro se siente como el libreto de una telenovela de la tarde. Es una historia bastante exagerada en algunos puntos, con un romance fogoso que no se sabe de dónde sale y con unos giros realmente estupendos si la intención es que al lector se le den vuelta los ojos de los absurdos que son (dudo que esa fuera la intención). 

Si tengo que destacar algo bueno del libro no se me viene nada a la mente. No es que todo sea malo, pero, al menos para mí, no hay en la historia algún elemento que me haga pensar que vale la pena y que realmente es valioso como novela romántica. Así que, mal que me pese, me limitaré a enumerar las cosas que no me gustaron. Eso sí, aclaro, podría haber sido peor de lo que es. En realidad no es un mal libro. Solo que es prescindible y no deja huella alguna. Aún así, dentro de todo, no supera al melodrama de una de mis peores lectura como Antes y después de odiarte

Hay tres elementos que destaco en el libro y que me hicieron reír, por momentos, y finalmente catalogarlo como: olvidable y prescindible. Estos son los protagonistas, la supuesta historia de amor y los giros del final. Vamos por partes.


1. Los protagonistas

Los protagonistas. Rachel, si se la mira de lejos, no es mal personaje. Es una mujer bastante centrada, educada, sensible y bondadosa. Quiere ayudar a su ex alumno a pesar de las habladurías. Ama a su familia, es un poco anticuada, pero zafa. Ahora bien, si la miramos de cerca y si analizamos sus comportamientos a medida que avanza el libro podría decir que es un poco incentonta y no tiene demasiada autoestima. 

Johnny (cada vez que leía su nombre se me atragantaba, no sé porque se llama así, como un niño, cuando no lo es) no me gustó. No lo odié. Pero no me generó absolutamente nada. No sentí nada por su personaje. De hecho, no le encuentro nada positivo que destacar. Es bastante inmaduro, irresponsable, nunca se ve que trabaje (aunque se supone que lo hace), no tiene muchas metas en la vida y nunca sabés "si tiene frío o calor", es decir.... yo sentí que nunca llegué a conocerlo, lo que piensa, siente, etcétera. No le vi nada romántico a su personaje, resulta un poco machista a veces, es desagradecido (nunca expresa que agradezca que Rachel lo ayudara), es mal hablado (desde el primer capítulo dice algunas vulgaridades) y... En fin. No me gustó nada. 

Hay personajes secundarios pero ninguno que me haya interesado como para mencionarlo. Pero si hablo de los protagonistas podría resumirlo en que son bastante planos, no cambian, no evolucionan, no me transmitieron nada y parece que lo único que se les da bien es tener sexo.

2. La supuesta historia romántica

Es una novela romántica así que se supone que hay amor. Si, hay frases "de amor", hay "momentos de amor", etcétera. Pero yo nunca sentí que me contaran una historia de amor. La relación empieza con el sexo, demasiado pronto en mi opinión, y sigue adelante con más de lo mismo. No vi ningún desarrollo del romance, de la relación entre los protagonistas. Son dos personas que se atraen físicamente y se satisfacen y lo hacen en todos lados, y... ¡ups! de repente se aman. No hay profundidad, no hay sentimientos verdaderos o que traspasen las páginas.

3. Los estupendos giros finales (nótese la ironía)

A lo largo de todo el libro hay, cada ciertos capítulos, unos fragmentos donde se narra, en tercera persona al igual que el resto del libro, lo que ve cierto sujeto. Es alguien que vigila a los protagonistas y los acecha. Ese toque de "suspenso" es lo que se supone guía un poco la trama. La pregunta es quién es y qué tiene que ver con el crimen por el que fue acusado el chico Johnny. Personalmente no sentía interés por saber cómo iba a terminar y creo que me daba igual si mataban a todos o uno de los protas era el malo (de hecho algo así hubiera sido más interesante tal vez). Pero el final era mucho "mejor": la autora añade un giro argumental donde resuelve el misterio que me dejó los ojos por la nunca de tanto revolearlos. Es todo muy absurdo, no tiene sentido y parece metido con calzador. Pero sin duda es la frutilla del postre para una novela del tipo "telenovela de la tarde".

El final pasa sin pena ni gloria, no me transmitió nada y al día siguiente de terminar el libro ya empezaba a olvidarlo (tuve que repasar mentalmente cómo había terminado porque no me acordaba). Se nota que lo leí con mucho entusiasmo. Y a todo esto, ¿por qué no lo abandoné? Un poco lo hice, lo dejé de lado para leer Maravilla, y lo retomé porque no me faltaba tanto.


Un solo verano, de Karen Robards, es una novela que tiene varios ingrediente de las novelas románticas de antes pero que no los combina demasiado bien y se queda en el intento de ser una gran historia. Es una novela, para mí, prescindible; su trama no tiene gran desarrollo, sus protagonistas son bastante lineales y el amor con mayúsculas parece que no hubo tiempo de agregarlo porque, en mi opinión, nunca aparece. 


Puntaje: 1.5/5


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